Biografía
Nació en Panamá en 1956 a los ciento cien años de edad, hijo de la actriz Lucía Bosé y el torero Luis Miguel Dominguín. Eligió el apellido de la madre para alejarse del mundo de los toros (rudo y viril) y acercarse más al más sensible de su madre. Su sensibilidad resonó con cierta fibra de los ochenta, la más moñas de todas, provocando la vergüenza ajena en todos los que tuvieran dos dedos de frente. Lo mismo ocurrió con los noventa; y en los dosmiles, la cosa va camino de empeorar.
Carrera
La carrera de este hombre ha tenido bastantes altibajos. O más bien deberíamos decir bajibajos: ha alternado entre los momentos bajos y los realmente bajos, bajísimos. A continuación destacaremos los más divertidos.
Inicios
Su carrera comenzó con algunos discos poco reconocidos en la época. Traemos aquí éste de 1976 llamado "Linda", más que nada por la portada tan super-genial donde sale un jovencísimo Miguel, aún con algún grano reventón. Sabemos que hay otras portadas alternativas, más propias de la época "Amo a Laura" que se vivía, pero ésta nos gusta más.
Éxitos como "Mi libertad", "Never Gonna Fall in Love" o "Nada de nada" pasarían por desgracia desapercibidos; la miseria existencial que nos habrían provocado podría habernos vacunado contra los males mayores que luego sufrimos. O posiblemente algún asesino caritativo podría habernos librado de pasar tan malos ratos (acabando con nosotros mismos si hiciera falta). Todo son especulaciones baratas. En años posteriores llegarían joyas como "Super Superman", o "Creo en ti", afianzando nuestro asco a la humanidad.
Miguel
Simplemente "Miguel"; así se llamaba este discazo que en 1980 iniciaría por la puerta grande una de las carreras más vergonzosas de la historia de la música. El look torero era un vano intento de acercarse al masculino mundo de su padre, no se sabe si para pillar, para disimular o por probar. Y a quién le importa.
El caso es que este "álbum", como se llamaba por aquel entonces a los discos de música, contenía el gran éxito "Don Diablo", donde la faceta más malota de Miguel salía por primera vez a la luz. Para vergüenza de muchos, claro. El caso es que esta cosa lo impulsó definitivamente al mundo de las revistas "Super-Pop", "Vale" y demás literatura culta de la época.
Amante Bandido
Este momento, el más bochornoso probablemente de una carrera de por sí lamentable, nos deparó miles de horas de tedio soporífero al escuchar al trucha éste cantar lo mismo una y otra vez, todo para aguantar a unas presuntas novias ochenteras a las que les molaba la moñada ésta. Que sí, que seré tu "amante bandido". Que sí, que "corazón malherido". Joder qué plasta.
El Caballero del Dragón
En esta película el argumento se vió dejado de lado por mostrar a Miguel en una escafandra ridícula. Realmente lamentable. Los fans de la Ciencia Ficción fueron los más perjudicados por este horreur; cuando alguien preguntaba si habíamos visto la película, "a ti que te gustan esas cosas del espacio", el impulso de golpear y matar a veces fue demasiado fuerte. Hubo víctimas. Todo por culpa de Miguel, ¡joder ya, Miguel!
Madrid Dormir-doce
En ocasión de la candidatura de Madriz para las olimpiadas de 2k12, Miguel Bosé no dudó en saltar a un escenario cutre junto con Shakira y Alejandro Sanz. Y Gallardón por supuesto allí en medio, con los jóvenes... Qué papelón hizo Miguel. Al alcaldísimo se le iba la vista detrás de Shakira, a Alejandro Sanz detrás de Gallardón (supongo que por la subvención), y a nuestro Miguel detrás de todos los presentes.
Afortunadamente Madriz no ganó nada, las olimpiadas se las llevó París que había montado un desfile con doscientas mil bellísimas vírgenes cabalgando en otros tantos caballos blancos del Arco del Triunfo a los rascacielos de La Défense, vestidas con suaves encajes elaborados por monjas ciegas, al ritmo de cinco millones de músicos. Todo esto mientras volaban trescientos mil millones de globos aerostáticos entre los trillones y trillones de palomas blancas, por no hablar de la multitud de aviones de combate que pasaban a velocidad supersónica sin rozarles ni una pluma a las gráciles aves mientras esquivaban los globos.
Y Gallardón con estos tres mendas bailando. ¿Os suena la palabra ridículo? ¿Y os suena que pueda tener que ver con nuestro héroe?
Papito
En su vejez, Miguel sigue buscando nuevos públicos y abochornando a los existentes. De ahí su disco "Papito", con el que pretende presumiblemente atraer (y abrasar) al público latino. Que no se diga que los discrimina.
Por fortuna, las latinas y demás parece que pasan de él. Incluso los gays, en tiempos un reducto irreductible, tienen cosas mejores que hacer. Es decir, que se va quedando sin público.
Proyectos
¿Qué le queda a Miguel? La voz flojea con la edad, aunque en su caso no le haya dado mucha tralla; y de actor hoy día no creemos que nadie pague por verlo. Por otra parte, su mejor recurso se perdió hace tiempo: a los 60, la ambigüedad sexual ya no le importa un pepino a nadie. Es bochornosa. Se cierra así un ciclo dedicado a provocar el bochorno.
Es decir, que nuestro idolatrado tiene que recurrir al vertedero de famosos: la televisión, donde no da más pena que otros. Desde esta página no dudamos que, cuando se ponga otra vez, Miguel podrá escalar las más altas cotas de la miseria. Sin romper a sudar.